ENVIADOS – DOMINGO XV DEL T.O

Paúl Fernando Tinoco Mejía

julio 11, 2021

Feliz Pascua semanal de Resurrección hermanos, la liturgia de la palabra en este domingo nos recuerda que, todos somos enviados por Jesús para proclamar el evangelio en todas partes, cada quien, desde su vocación. La misión es para laicos y clérigos. Aunque esto supondrá algunas veces el rechazo de los oyentes, como lo vemos en la primera lectura de hoy, y lo reafirma Jesús en el evangelio.

LOS ENVÍO DE DOS EN DOS

Podemos pensar que, en aquellos tres años de vida pública de Jesús, varias veces hizo envíos a sus discípulos. En un momento como hoy habla del envío a los doce. En otro momento encontramos la llamada de los setenta y dos. Esos setenta y dos pues, muy probablemente serían un grupo mayor, parte del grupo de los discípulos que Jesús iba juntando en torno a él.

Bien podría ser, lo que nosotros desde nuestros parámetros actuales, podemos decir que no eran Apóstoles, eran laicos. Esto nos da la idea que Jesús enviaba también a los laicos. El envío no es algo exclusivo del sacerdocio, de los Apóstoles, sino que el envío es algo que forma parte del ser cristiano. Un cristiano es un enviado, enviado por Jesucristo ante el mundo. todos somos enviados por Jesús.

Y el evangelio da consejos muy interesantes, consejos de cómo hay que proceder en ese envío. El primer consejo es: no ir solos, ir de dos en dos. Jesús quiere que sus seguidores no actúen como francotiradores, cada uno por su lado, sino que al mismo tiempo que acompañamos a los demás, nos dejemos acompañar nosotros. Porque no nos ha hecho autosuficientes, tenemos que ser conscientes de que llevamos un tesoro en vasijas de barro.

Ir sólo tiene muchos peligros porque uno es débil. Por eso además de evangelizador, tú si quieres ayudar a alguien siendo médico, tienes que darte cuenta que también tú eres enfermo y con lo cual conviene que vaya acompañado de otro y entre dos débiles podamos apoyarnos. El Papa Francisco explica que la fidelidad, es la debilidad bien acompañada, por eso los envío de dos en dos, solos no.

POBRES Y DESPRENDIDO

El segundo consejo es: no lleven ni pan, ni mochila, ni dinero en el cinturón, sino únicamente un par de sandalias, bastón y una sola túnica. Es una serie de Consejos que subrayan especialmente la austeridad y el testimonio de pobreza, de desprendimiento porque tenemos que dar testimonio de Jesús delante de los demás, pero desde la sencillez, no presentarnos como superiores a los demás, sino desde nuestra pobreza y desde nuestra pequeñez.

Dar testimonio coherente de nuestra vida, eso es lo que nos da autoridad, no el tener muchos medios, sino el testimonio coherente. Tener claro que los jóvenes escuchan con los ojos, ellos necesitan ver el testimonio, no tanto que se les informe con palabras. Darse cuenta que Dios existe, Porque lo tocan, en la ayuda al pobre, necesitado y miserable. O en mis propias luchas.

Por eso la importancia del testimonio, así debemos entender el: no lleven ni pan, ni mochila, ni dinero en el cinturón. Es ir despojados de los medios humanos, de la fuerza, vete con la fuerza del espíritu, mostrándote débil, pero mostrando ante el mundo la coherencia del testimonio, de quién se apoya en Jesucristo y no, en sí mismo.

AGRADECIDOS CON JESÚS Y COMPARTIR NUESTRO TESORO

El tercero es: y si no los reciben en un sitio, sacúdete el polvo de los pies y vete a otro lado, es decir, no actuemos por amor propio, no pretendas triunfar, somos testigos de Jesús no por querer triunfar, somos testigos de Jesús porque somos agradecidos. Porque queremos ser agradecidos con él y compartir con los demás nuestro tesoro.

Es lo más normal, ser agradecidos cuando nos damos cuenta de que Dios nos ha elegido inmerecidamente. Somos testigos no para triunfar, no para decir: he convertidos a cienes con mi prédica, sino porque Él me amó primero y quiero ser agradecido a Dios. Dar el don de Dios gratis, porque lo has recibido gratis. Sintámonos enviados, para sanar enfermos, expulsar demonios, anunciar la buena nueva de salvación en el entorno que yo vivo, ante las personas con las que convivo, mi entorno familiar que no suele ser el más fácil. Bendecida Semana.

Paúl Fernando Tinoco Mejía

Presbítero de la Diócesis de Matagalpa-Nicaragua. Rector del Seminario Mayor San Luis Gonzaga de la Diócesis de Matagalpa.

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