¿Jojo Rabbit: algunos nazis buenos?

Juan Carlos Rivera Zelaya

febrero 7, 2020

Con emoción empiezo algo que siempre he querido hacer: comentar libros, películas, canciones o cualquier arte que crea tiene algún mensaje positivo para nuestra reflexión. Me emociona empezar con una película de este año, de uno de mis directores favoritos y que está nominada al Óscar. Espero que este espacio, sea de su agrado y puedan también dejar sus comentarios acerca de este film y de todo lo que en este espacio se vaya compartiendo.

Adolf Hitler, nazis, judíos, muchas referencias a la cultura popular, la historia de la segunda guerra mundial narrada como melodrama y sátira en la mirada de un niño: Jojo Rabbit es una película que realmente debes ver. Una historia encantadora que desde el primer minuto de proyección roba tu atención. Toda la historia está diseñada para que cualquiera pueda comprender cómo un niño alemán vivió y asumió la II Guerra mundial. Verdaderamente ajeno a las causas nazis, la propaganda y el mundo en el que vivía hace comprender que no todos los alemanes fueron culpables de lo que el régimen nazi hizo.

Hitler siendo un amigo imaginario, por ejemplo, es un escudo que Jojo utiliza para vivir en un mundo paralelo al que la sociedad alemana de los años 40 vive. Es el ejemplo claro de cómo la manipulación cultural, ideológica y política puede llevar a una generación completa a creer fervientemente en un régimen político descabellado y hasta satánico. La película trasciende los esquemas y prejuicios que algunos manejamos a la hora de contar la versión de la historia desde fuera de los alemanes: nos hemos centrado demasiado en los judíos, pero no en aquellos que viviendo en esa realidad también fueron víctimas de un “lavado de cerebro”, que no los hace inocentes, pero sí menos culpables. Por lo menos no podemos juzgar a un niño de 10 años de ser nazi.

Tampoco tenemos en cuenta los deseos de muchos alemanes de acabar con el régimen nazi y cómo ellos también sufrieron por el hecho de defender la vida y los derechos de personas que no tenían la culpa de haber nacido judíos o serlo. Esta lucha e injusticia se puede traducir a la vida de nuestras sociedades y de nuestra cultura. Es una película que narra los años 40, pero es tan actual como lo es la lucha por el aborto o los derechos humanos universales como la libertad individual o la de un pueblo que quiere la paz.

Película recomendada para personas que tengan el interés de encontrarse con una reflexión seria sobre el racismo expuesto no solo en la relación alemanes-judíos sino en todos los prejuicios que a lo largo de la película aparecen sobre varias culturas y minorías étnicas. La manipulación ideológica es un tema recurrente en toda la película: el hecho de vivir en un mundo con una realidad alterada, esperando en una persona y no en Dios y basado en un itinerario político en el que un mesías daría la estabilidad necesaria para gobernar una tierra prometida.

Scarleth Johanson hace una buena participación en el papel de madre; es quizás la mejor que haya visto en las últimas películas en las que ha actuado. En el papel de Hitler se encuentra el mismo director, Taika Waititi, que la verdad no me gustó mucho después de la segunda parte: puesto que siento que no tanto su actuación sino el argumento de la aparición de su personaje sale sobrando.  El elenco infantil se roba la atención sobre los adultos. Roman Griffin Davis es el pequeño actor que le da vida a Jojo Rabbit Betzler, jovencito que tiene un gran futuro en el cine. Considero, sin embargo, que la actuación de Rebel Wilson sale sobrando y que hacía que la comedia y el humor negro que trataba de transmitir la película fuese incluso hasta desagradable para un público con un poco de cultura o de un gusto más elevado.

La música y la fotografía fue realmente una obra de arte. Con algunas excepciones y entendiendo la dificultad de la reconstrucción de escenarios auténticos, en cuanto a ambientación la verdad se veía muy falso y creo que se podría haber dado un poco más. Pero en general es una película agradable y que te hará pasar un buen rato puesto que es una comedia negra, pero que no dejará de darte un buen mensaje. ¿Qué te pareció a vos?

Trailer a continuación:

 

Juan Carlos Rivera Zelaya

Juan Carlos Rivera Zelaya

Sacerdote de la Diócesis de Jinotega – Nicaragua. Licenciado en Teología Dogmática por la Universidad de Navarra – España. Fundador del blog Paideia Católica sobre formación católica

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