Las Indulgencias: qué son y cómo aplicarlas

Juan Carlos Rivera Zelaya

abril 2, 2020

Mucho revuelo causó un post que publiqué el viernes 27 de marzo, justo después de que el Papa Francisco presidiera una hermosa y emotiva celebración en la que el Pueblo de Dios de todo el mundo se unió a través de los medios de comunicación. Dicha publicación la hice a punto de dormir, sin saber que la llegaría a ver más de medio millón de personas. A casi una semana, todavía siguen publicando y comentando, algunos discutiendo.

El post va dirigido principalmente a los católicos que no entendían lo que sucedió en San Pedro y a los periodistas que sin formación teológica publican cada cosa. No pretendí armar un ring de boxeo. Espero me disculpen por eso. La publicación era una explicación sencilla que quiero ampliar en este artículo a petición de varios amigos que necesitan algo más extenso y fundamentado teológicamente. Espero dar una respuesta que satisfaga su interés.

1. La palabra indulgencia

La palabra indulgencia, según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, tiene dos acepciones:

(1) Facilidad en perdonar o disimular las culpas o en conceder gracias.

(2) Remisión ante Dios de la pena temporal correspondiente a los pecados ya perdonados, que se obtiene por mediación de la Iglesia.

Evidentemente cuando buscamos en el diccionario esta palabra creemos que cuando la Iglesia habla de indulgencia se refiere a la primera acepción: perdonar o disimular culpas. Quizás en esto pensamos cuando hablamos de indulgencia porque lo asociamos con indulto. La Iglesia no perdona pecados con las indulgencias, lo hace el Señor que actúa verdaderamente en el Sacramento de la Reconciliación, en la confesión.

Si prestamos atención, la acción que la Iglesia realiza es la segunda: la remisión ante Dios de la pena temporal de unos pecados ya perdonados. Esa misma definición aparece en el «Código de derecho canónico» (c. 992) y el «Catecismo de la Iglesia católica» (n. 1471), que la definen así:

«La indulgencia es la remisión ante Dios de la pena temporal por los pecados, ya perdonados, en cuanto a la culpa, que un fiel dispuesto y cumpliendo determinadas condiciones consigue por mediación de la Iglesia, la cual, como administradora de la redención, distribuye y aplica con autoridad el tesoro de las satisfacciones de Cristo y de los santos».

2. Cuando pecamos tenemos dos consecuencias.

Entonces ¿Queda algo cuando los pecados ya están perdonados? Es decir, ¿después de la confesión tengo algo que limpiar? ¿Qué es eso de una pena temporal? Tranquilo aquí te lo explico. Como dice el catecismo en el n. 1472, el pecado tiene una doble consecuencia. La primera es la consecuencia de la pena eterna: «El pecado grave nos priva de la comunión con Dios y por ello nos hace incapaces de la vida eterna, cuya privación se llama la “pena eterna” del pecado».Esta pena eterna se elimina con la confesión de los pecados y la absolución en el sacramento de la Reconciliación.

Pero hay una consecuencia llamada la “pena temporal”, de la que si prestas atención es la que se menciona en la definición de la Indulgencia. Esta pena temporal se refiere únicamente «a un apego desordenado a las criaturas que es necesario purificar, sea aquí abajo, sea después de la muerte, en el estado que se llama Purgatorio» (CEC 1472). Presta atención a que esas penas se purifican o aquí o en el Purgatorio. Te lo explico más abajo.

Esta segunda pena temporal es como una “manchita” que queda después de habernos confesado y necesitamos limpiar. Y no es que el sacramento de la confesión no “borre todos” los pecados. Esta es simplemente la consecuencia de nuestros actos, que tenemos que sanar y limpiar. En el post lo explicaba con un ejemplo: “Si robas, pides perdón porque lo haces (confesión), pero también devuelves lo robado (indulgencia)”. Esto es un ejemplo gráfico, pero ilustra que debemos reparar nuestra ofensa ante Dios: la indulgencia permite hacer eso, purificarnos para hacernos agradables ante Dios y no tener apegos desordenados.

3. ¿Cómo se consigue borrar esa pena temporal?

Esto es de lo más sencillo: con simples y sencillos actos de piedad: rezar un Padre Nuestro, visitar una Iglesia, rezar el Credo, comulgar y obviamente confesarte. ¡No puedes ganar indulgencias si no te has confesado! Revisa qué manda el decreto de la Penitenciaría Apostólica cada vez que haya Indulgencia Plenaria. Eso sí, no tienes que dar dinero, ni pagar por ellas. Algunos protestantes creen que ese abuso es algo que se da en la Iglesia católica. Lamentablemente se dio, y no podemos negarlo: había personas que cobraban para “aplicar indulgencias”. Pero esto fue un abuso, que ha sido corregido y sanado. Hoy la Iglesia promueve las indulgencias para el bien de los fieles, y lo hace gratuitamente.

Si te fijas se habla de “ganar indulgencias”, y esto es, porque el fiel con sus obras es el que gana y se aplica a sí mismo o aplica a otros lo que ha ganado. Estas palabras remiten a un lenguaje jurídico evidentemente. Penas, indultos, aplicación son palabras que remiten a este lenguaje penal; pero no te asustes, tienen como finalidad única la salvación.

4. ¿Por qué la Iglesia puede dar estas indulgencias?

Bueno, en el post también explico esto. Incluso doy citas bíblicas a las que remitiré aquí, pero las dejaré al final. La Iglesia simplemente ha recibido de Cristo la potestad de perdonar los pecados y de atar y desatar todo lo que hay en el cielo y en la tierra. Por lo tanto, si crees en Cristo, si crees que la Biblia es la Palabra de Dios, debes también creer en esto. No cortes o mutiles o alteres o interpretes a tu conveniencia. Así lo dice, léelo y ya. ¿Por qué esto sí te cuesta leer y no lo que hay sobre las imágenes?

«“Así como el Padre me envió a Mí, así yo los envío a ustedes”. Dicho esto sopló sobre ellos: “Reciban el Espíritu Santo; a quienes perdonen los pecados, les queden perdonados, y a quienes no se los perdonen, les quedarán sin perdonar”» (Jn 20, 21-23)

«Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos.» (Mt 16, 18-19).

Ya si no crees esto, pues bueno, entonces no eres cristiano. ¡Punto!

5. Dos tipos de indulgencias

Existen dos tipos de indulgencias: las plenarias y las temporales. Las plenarias aplican para todas las penas temporales. Es decir, cuando hay un evento donde dicen que la Iglesia dará indulgencias plenarias, tienes que aprovechar que puedes aplicarlas para quedar libre no de tus pecados sino de las penas temporales de tus pecados, y de todas ellas. ¿Entiendes? Las indulgencias parciales, en cambio aplican para algunas penas y esta puedes obtenerlas haciendo actos de piedad y rezando por el Papa. Por ejemplo, cada vez que rezas el Rosario y rezas por el Papa obtienes indulgencias parciales.

6. ¿Puedo sacar a alguien del Purgatorio ganando indulgencias?

Como ya te dije, puedes aplicarte a ti o a otra persona las indulgencias. Pero también por la comunión de los santos, puedes aplicar esas indulgencias a las almas del purgatorio. Si tienes un familiar o amigo, que recién ha muerto es una forma hermosa de mostrar tu cariño y afecto, ofrecerle misas y actos de devoción por el descanso de su alma. Los católicos creemos que en el Purgatorio están todas las almas que necesitan purificarse de sus penas temporales (si necesitas un tema sobre el Purgatorio me escribes al mail y lo redacto).

Muchas gracias por sus comentarios. Dios los bendiga.

 

Juan Carlos Rivera Zelaya

Juan Carlos Rivera Zelaya

Sacerdote de la Diócesis de Jinotega – Nicaragua. Licenciado en Teología Dogmática por la Universidad de Navarra – España. Fundador del blog Paideia Católica sobre formación católica

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3 Comentarios

  1. Jackayra

    Paz y bien padre. Solo un error de fecha que dice 27 de abril y es marzo. Y preguntarle ¿qué es Penitenciaria Apostólica? Gracias

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    • Juan Carlos Rivera Zelaya

      Ya está corregido. Tiene razón. La Penitenciaría Apostólica es un órgano de la Santa Sede por medio de la cual el Santo Padre con su autoridad espiritual distribuye la justicia y la misericordia en la Iglesia

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      • Jackayra

        Muchas gracias padre. Satisfecha con la respuesta

        Responder

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