¿Por qué Carlo Acutis es beato?

Juan Carlos Rivera Zelaya

octubre 10, 2020

  • ¿Por qué beatificar a un niño que es como nosotros?, preguntan los no-católicos.
  • Solo Dios es santo, dicen algunos católicos que no conocen mucho su fe católica.
  •  ¿Por qué otras personas que sí son santas, personas buenas como mi mamá o mi vecina, no los beatifican y a este niño sí?
  • ¿Qué sucede con la Iglesia que ahora quiere mostrarnos que todos podemos ser santos? Dicen algunos cibernautas

Con la reciente beatificación del ciberapóstol de la Eucaristía, beato Carlo Acutis, me han hecho estas preguntas. Intento responderlas en el siguiente post

1. Buscamos la santidad porque Dios quiere que seamos santos

Dios quiere que seamos santos. Lo expresó en varias ocasiones Dios Padre en el Antiguo Testamento, nuestro Señor Jesucristo y los Apóstoles en el Nuevo Testamento:

 

«Yo soy el Señor, su Dios; ustedes deben santificarse y ser santos, porque yo soy santo; no se contaminen con esos bichos que se arrastran por el suelo». (Levítico 11, 44)

 «Teman al Señor, ustedes, santos suyos, nada les falta a aquellos que lo temen». (Salmos 34, 10)
«Sean santos como es santo su Padre celestial». (Mt 5,48)

«Él nos ha elegido en Cristo antes de crear el mundo, para que fuésemos santos e irreprochables a sus ojos». (Efesios 1, 4)

«antes al contrario sean santos en toda su vida como es santo el que os ha llamado». (1Pedro 1, 15)

La santidad es algo que el cristiano debe perseguir, no como meta egoísta de quien busca la perfección, sino como el vínculo de amor de estar cerca de Dios. Porque realmente es esto la santidad: estar cerca de Dios, ser agradable a su presencia, ser irreprochable ante sus ojos. Ciertamente solo Dios es santo en sentido propio, pero Él quiere santificarnos porque nos ama. Quiere que estemos junto a Él y por eso nos hace santos. Es santo aquel que está junto a Dios.

Esto es algo que debemos tener en cuenta siempre. La vida cristiana consiste en buscar la santidad constantemente. De nada sirve o para nada sirve una fe que no te lleve a practicar el amor y la piedad a Dios, a buscar estar cerca de Él constantemente. De nada te sirve creer en Dios, o decir creer en Dios; si al final con tus acciones y palabras desdices lo que luego profesas.

2. ¿Por qué este joven?

Ciertamente hay muchos santos. Es santo todo aquel que es agradable a los ojos de Dios, que es un amigo de Dios. El papa Francisco ha expresado en Gaudete et Exultate (una exhortación apostólica acerca de la santidad) que «el Espíritu Santo derrama santidad por todas partes, en el santo pueblo fiel de Dios, porque fue voluntad de Dios el santificar y salvar a los hombres, no aisladamente, sin conexión alguna de unos con otros, sino constituyendo un pueblo, que le confesara en verdad y le sirviera santamente» (GeE 6). Él dice que no solo pensemos en los santos canonizados, sino en los santos de la puerta de al lado. Hay mucha gente santa que no ha sido «canonizada». Es decir, no ha sido puesta en la lista de los santos reconocidos por la Iglesia.

Entonces por qué Carlo Acutis sí. Es muy sencillo: ¡su testimonio de vida! Generalmente la Iglesia reconoce a través de un proceso largo y exhaustivo la «santidad» de un cristiano y lo incorpora a la lista de los santos. Este proceso es largo y lleva mucho tiempo. Por ejemplo, el proceso de Carlo duró desde su muerte en 2006 hasta ahora. Su testimonio de vida sencillo, su entrega hacia los demás, su celo por evangelizar a través de internet, su vida de oración: eso fue lo que impactó y movió a que se presentara una causa de beatificación. Fue declarado siervo de Dios y venerable, y hace pocas horas beato gracias a que se comprobó científica y teológicamente que intercedió ante un milagro. Todavía falta para que la Iglesia lo declare santo, pero estoy seguro que no faltará mucho.

Si les gustaría que escriba un artículo sobre el proceso de canonización me lo hacen saber en los comentarios.

Por qué hace esto la Iglesia: para mostrarnos que es posible la santidad. ¿Hay más santos? Sí, evidentemente. Hay muchos santos, que quedan en el olvido. Y hay otros que tardan mucho en ser canonizados, porque quizás su testimonio de vida no ha sido dado a conocer; o porque los recursos, tanto humanos como económicos, no son los suficientes para demostrar con rapidez que la persona es santa.

3. ¿Entonces este adolescente ahora hará milagros?

¡No! Los santos no hacen milagros, ni la Santísima Virgen María los hace. Solo Dios hace milagros. Pero ellos al estar junto a Dios en el cielo, porque están unidos con Cristo en alabanza eterna al Padre, interceden debido a su unión con el Único Mediador entre Dios y los hombres, nuestro Señor, en favor nuestro (cf. 1Tim 2,5). Por eso, en sentido impropio, ellos hacen milagros. Podemos pedirles, como a un amigo que está en un buen lugar, que nos ayuden.

Y todo podemos ser santos, en la medida en que nos unamos más al Señor. La Iglesia lo que quiere mostrar al beatificar hoy a Carlo Acutis, es que es posible ser santo en el siglo XXI. No hay obstáculo para la santidad, Dios quiere la santidad, ¿pero nosotros queremos la santidad? Nos podemos preguntar cómo la logró este jovencito: ¡sencillo! Amando a Dios y a sus hermanos. Rezaba, iba a misa, catequizaba por internet, hablaba siempre de Dios, sufrió con alegría una larga enfermedad y murió en los brazos amorosos del Señor.

Podemos ser santos: ¿Qué te lo impide?

 

 

Juan Carlos Rivera Zelaya

Juan Carlos Rivera Zelaya

Sacerdote de la Diócesis de Jinotega – Nicaragua. Licenciado en Teología Dogmática por la Universidad de Navarra – España. Fundador del blog Paideia Católica sobre formación católica

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4 Comentarios

  1. Paúl

    Excelente artículo Padre. Todos somos llamados a la santidad y el hecho que la Iglesia no declare santo a mucha gente buena, no significa que no existan más santos. Los santos de la puerta de al lado, que bella expresión del Papa Francisco.

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    • Juan Carlos Rivera Zelaya

      Así es. Todos debemos buscar la santidad: la santidad no es algo imposible y Carlo Acutis lo demuestra.

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    • Francys Padilla

      Excelente y gracias profundamente por este aporte suyo. Espero con ansias su articulo sobre el proceso de canonización

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